JUEGOS DE PODER
Para nadie es ajeno, que, en todo el país, enero es uno de los meses más difíciles para todos los ciudadanos, y es que, recordemos que es cuando más se reflejan los aumentos y la inflación en el gasto de todos los mexicanos, aunque por supuesto, es una exigencia de todos tener mejores obras en nuestro entorno y en muchas de las regiones estas obras no se reflejan en un beneficio directo para las personas.
Para muestra, sostener que somos un país de carga tributaria, en donde la mayoría de las personas no declaran impuestos y viven en la informalidad, por lo cual, solo unos pocos llevan en sus hombros la responsabilidad de contribuir al gasto público y resolver las necesidades de todos, para muestra, en Durango, se estima que algunos de los municipios no recaudan ni el 10% de su gasto corriente, por lo cual, se mantiene una crisis financiera, no obstante, a los gobiernos les da temor en todo el país ser exigentes con los deudores, pues se sabe que seguramente no volverán a votar por los gobiernos que ejercen sus obligaciones.
Así pues, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) para muchas familias, el mes de enero es un mes complejo derivado del pago de las deudas adquiridas en la temporada decembrina, sumándole el pago del predial y de la tenencia o refrendos en algunos estados hace más compleja esta situación.
Aunado a lo anterior, la federación ha sido muy clara en enfatizar sus cobros en aquellos sectores que se sabe requieren trabajar en la formalidad para subsanar aquellos sectores que no cuentan con ingresos formales, es decir, ha cobrado a la Iniciativa Privada (IP) para apoyar a los sectores sociales, lo anterior hace referencia a lo establecido por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), con el cual según lo establecido en la Ley de Ingresos de la Federación, se estima recaudar alrededor de 505 mil 238 millones de pesos, lo cual, se estima que alrededor del 63% (318 millones de pesos) vendrá de gasolinas, lo cual, por supuesto, tiene un impacto directo en todos los ciudadanos pues prácticamente aunque no tengamos un vehículo, en nuestro país todo se moviliza por vehículos a combustible.
En este sentido, la federación y los estados siguen cobrando el pago de impuestos, aunque no siempre se vea reflejado en acciones directas que beneficien al contribuyente, pues por ejemplo, el estado de Durango tendrá pocas acciones directas del Gobierno Federal en cuestión de obra, y si sumamos las situaciones financieras por las que pasa el Gobierno Estatal y los Gobiernos Municipales, será difícil que se muestren acciones reales en beneficio de los contribuyentes, aunque esperemos que algunos gobiernos pronto comiencen a reconocer la puntualidad del cobro de contribuciones y dejen a un lado el temor al costo político frente a los deudores.