La alianza PAN-PRI-PRD ha estado viviendo momentos de tensión y nerviosismo, ya se formalizó, sí, pero ha estado siendo presionada tanto por las dirigencias nacionales de los tres partidos, como por el Bicentenario, las dirigencias locales y hasta por los precandidatos, todos quieren para sí, llevar mano en la designación del candidato a gobernador. Con tanta presión, los partidos que la conforman, al parecer trabajan desde este momento, preparándose para en caso de que no haya arreglo e ir solos en la elección, al menos eso parece.
PRI y PAN van adelantados en posicionar a sus respectivos precandidatos. Ahora, surge, de manera sorpresiva e inesperada, una tercera opción, con el registro de Mar Grecia Oliva por el PRD. Tanto Héctor Flores, como Esteban Villegas le apuestan a la estructura y fuerza social de sus partidos de origen. Sin embargo, se ha especificado que la definición será por una encuesta (donde sorpresivamente, en una de ellas realizada recientemente, Flores ha repuntado en posicionamiento), la cual, por supuesto puede llegar hasta aquellos ciudadanos sin afinidad política.
Mar Grecia Oliva llega por el PRD, con muy escasa militancia y base social (tan así que perdieron su registro local) en el estado. Pero, ante las confrontaciones que se están presentando tanto en el PAN como en el PRI, ella se convierte en una tercera opción para la sociedad civil. La joven perredista mantiene cierta vigencia política y tiene la venia del inquilino del Bicentenario, aunque una parte de la sociedad tradicionalista no acepta algunas de sus luchas liberales. ¿Qué motivó al inexistente PRD a promover su propia carta? ¿Acaso los amarillos ya advirtieron serios riesgos que no se concrete la triple alianza y con Mar piensan cerrarle el paso a algún suspirante externo relegado por otros partidos? Lo cierto es que el PRD no tiene un perfil interno competidor, pero ya levantaron la mano para ser una tercera opción en caso de emergencia.