Hoy muchas personas ven un pretexto más que suficiente para celebrar la independencia de México. Varios factores fortalecen el sentimiento de querer reunirse en casa, o salir a festejar en algún bar o restaurante: es día de asueto el jueves, es quincena y el sentimiento patrio que aflora no permite guardarse o celebrar solo en familia.
¿Y la pandemia?, recordemos que no estamos en semáforo verde (y aunque lo estuviéramos), los cambios de color en el semáforo, siempre traen a la mente el relajamiento social, pero cuando suben otra vez los contagios, ahí es cuando empieza la preocupación de autoridades y familias enteras. Ya nos sabemos las medidas sanitarias de memoria, la vacuna no salva de contagios, ya no hay pretextos para un posible disparo de contagios. Si no festejamos este año, pensemos en que ya vendrán muchos más próximamente.
Esta ocasión, el gobierno está haciendo su parte, no habrá ceremonia masiva del grito de independencia, tampoco desfile cívico militar, y ya se canceló una posible verbena popular. Entonces, prácticamente está en nuestras manos, como personas conscientes, el tener unos festejos patrios responsables, sin consumos excesivos, sin reuniones, sin accidentes, pero sobre todo, sin contagios de Covid.