A medida que avanza el tiempo, los partidos políticos necesitan fortalecer y acuerpar lo más posible a sus candidatos. Para ello, necesitan también, en los saldos que dejaron la repartición de candidaturas, sumar lo más posible a aquellos inconformes y su gente, aunque sea con el argumento de incluirlos (ahora sí) en la estructura de gobierno si ganan la elección. Son tiempos de hacer operación cicatriz lo más que se pueda, evitar la migración a otros partidos o bien, aún quedándose en el de afiliación, que jueguen y operen en contra o de plano de brazos caídos y no aporten nada a las campañas.
El PRI es el partido que quizá más trabajo tiene al respecto. En todos los municipios, especialmente en Durango capital, donde hubo más inconformidades por los lugares asignados a quienes acompañarán a Antonio Ochoa en la búsqueda de la Presidencia Municipal. Hay que sumar a los grupos, pero también a los sectores, sea cual sea su estructura (la que les quede), a la CTM, a la CNOP o a la CNC. A las organizaciones adherentes, a los comités municipales, a los seccionales, a todos. El tricolor tiene hoy una oportunidad inigualable, la de regresar al poder por medio del voto popular, el que siempre lo hizo fuerte y el mismo que por errores cometidos, lo abandonó durante algunos años. Hoy según las preferencias dadas a conocer, esta en la posibilidad de regresar, solo hoy.
En el PAN las cosas no son distintas. Si bien cargarán con los negativos de los gobiernos que encabezan, necesitan también cerrar filas en torno a sus candidatos. Ya lo dijo su líder nacional Marko Cortés, somos gobierno en Durango y debemos aprovechar las buenas acciones. Los panistas necesitarán de los panistas, individuales o en grupo, el objetivo es el mismo, continuar y que no llegue Morena. También tienen bastante operación cicatriz que realizar, la asamblea del consejo político pasado, así lo dejó de manifiesto, ¿O no?